Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

Hace un año

Empezamos el año pisando juntos la nieve, pasando frío abrazados y haciendo una foto para la posteridad tras varias copas de más. Después seguimos mojados aguantando sobre el barro cada una de las embestidas, que dejan entre los charcos, los restos de cualquier temporal. Bajo un paraguas de llanto y un cristal empañado fuimos jugando a hacernos los fuertes buscando un descanso. No teníamos ni idea. Fuimos andando sobre los pasos que un día, nos habían enseñado a seguir peleando. Tocamos juntos la arena, también juntos el mar. Aquel día comprendimos que habíamos ganado. Dormíamos a los pies de un acantilado y las cervezas caían en el balcón justo a la hora a la que se acostaba el sol. Cantábamos, jugábamos, reíamos, llorábamos. Estábamos dónde queríamos estar, solo nos preocupaba seguir respirando. Sinceramente, no éramos conscientes de lo que estábamos creando. Hemos alcanzado cada una de las metas que nos habíamos marcado. Y ahora solo tengo clara una cosa,...

Dos velas y un corazón

Todo estaba oscuro, solamente un corazón y dos velas encima de la mesa iluminaban la habitación. Entonces la vi entrar por esa puerta, llevaba puesto aquel espectacular conjunto negro que sin querer o no, hizo que de repente, todo brillará y se llenará de luz. Por fin todo tenía sentido. Estaba increíble, realmente increíble. La ocasión lo merecía, era una noche especial. Era nuestra noche. Un rosa roja impaciente con gusto la esperaba. El nudo de la corbata, recuerdo, me apretaba, pero ella era la única que conseguía dejarme sin respiración. Se acercó hacía mí sonriendo, haciendo que aquel pasillo fuera eterno, como el que ha encontrado un lugar, más bien persona, a quien poder llamar hogar. Sus ojos hablaban sin decir nada, mientras su mano rozaba intencionadamente el lateral de mi cuerpo deslizándose sin prisa hacia el centro de mi espalda, de su boca se escapó un "te quiero" . Consiguió que nuestros labios bailaran juntos aquella canción y cuando ésta acabó, ...

Difícil de llevar

Dice que soy difícil de llevar, pero me lleva mejor que nadie. Consigue solamente con mirarme que mi opinión cambie. Que pierda mi juicio y mi razón. Que me tiemblen las piernas. Que se rompan todos los esquemas y gane todas mis apuestas. Saca de mí, mi mejor parte. Y a la hora de querer, es impresionante. Es un ciclón, un terremoto, una lluvia que no cesa. Una tormenta tropical de ida y vuelta. Un viaje a la Luna sin botón de emergencia. Un rompeolas, una curva a doscientos cincuenta. Un libro sin final, la lluvia en el desierto. Un abrazo lento o un gol en el descuento. Una sonrisilla tonta imaginando un beso. El arcoiris en invierno o despertarse y acordarse de un sueño. Es conseguir ser feliz y no quedarse en el intento. Posicionar la ilusión a un nivel avanzado. Es la llama que enciende todo lo apagado. Es un "te quiero" inesperado.  Es un giro constante de 360 grados.

El agua que se fue siendo vida

El agua, que entró en nuestras vidas como tú llegaste a la mía. Apareció despacio sin prisa mojando y arrasando con todo a su paso. Irrumpió con fuerza sin mirar si había sitio, sin ni siquiera preguntar, como la vuelta a casa de una ola hacia el mar. Llegó sonriendo ésta vez rápido, el día que desde el cielo decidió regresar al suelo. Luego se fue triste, sin dar las gracias sin despedirse. El agua, que entró en nuestras vidas siendo agua se marchó, sin decir nada siendo vida.

Temporal

Si a ti esta situación te supera y no sabes que coño hacer piensa que a mí, toda esta putamierda  hace tiempo que ya me ha reventado. Y estoy improvisando. Nos (te) echo de menos. ¿Qué nos ha pasado? Ojalá lo supiera. Ojalá tuviera la respuesta y encontrase la manera de arreglar este algo tan nuestro que hoy parece que es de otros. Este algo tan nuestro que hoy parece que está roto. Pero no, no lo está. Sólo es una etapa más del calendario. Pretendo volver a encender otra vez de nuevo aquel fuego, con el que conseguir borrar este invierno que se ha convertido en infierno, sobre un mar congelado. Soy el reflejo de un barco varado en la arena sin capitán, mientrás tú te empeñas en buscar una salida de emergencia por la que escapar al tejado. Incapaz de contar la triste y breve historia de la última lágrima que cae al suelo justo antes de llegar al pecado. Quiero seguir escribiendo  pedacitos de ti en mi cuaderno.

Trocitos de cristal

Hoy estoy roto. Tengo la sensación de estar delante de un nuevo fracaso. Uno más, y seguro que detrás vendrá otro. Sé que no he estado a la altura. Como siempre, aunque esta vez es distinto. Esta vez soy yo quien de primeras voluntariamente reconozco que he fallado, que probablemente me haya equivocado. Desde aquí pido disculpas a cualquier persona que yo en algún momento haya decepcionado. Hoy sé que me he vuelto a encontrar, sin querer, con el error. Yo sé que lo he intentado y tal vez por eso, quizás sea un poco exagerado echarme yo mismo entera la culpa. Pero hoy, realmente, lo pienso así. Hacía mucho tiempo que no vivía una decepción tan grande. Puede ser que en el fondo, yo nunca haya sido tan fuerte, y duele. Llevo un tiempo arriesgando, sorteando el vacio desde lo más alto. Haciendo malabares con un cristal que hoy por jugar, se ha roto. Hoy solamente soy los restos de aquel cristal que ahora adornan el suelo. Siempre apostando al negro y siempre sale el rojo. Siem...

Mi estación

Y no sé, pero puede que sea verdad eso de que hay trenes que solo pasan una vez. Y yo soy muy de quedarme sentado viéndolos pasar uno tras otro. Quién sabe, igual mi tren es aquel que entra en cualquier andén un martes a las 14:35. Vía 4. No quiero dejar pasar más trenes ni veces en las que no me he atrevido a comerte la boca cuando sonríes en mitad de la calle. Todas aquellas noches en las que me he dormido pensando en lo bien que conjuntan mis camisetas con tus bragas en el sofá de mi casa un domingo por la mañana. Tampoco me he atrevido a decirte lo bonito que me miras por encima de la bufanda cuando tienes frío. Siempre he sabido que eras tú y nunca te lo he dicho. Dicen que hay trenes que solo pasan una vez, que no esperan, que no te dan el tiempo suficiente para pensártelo dos veces.  Y yo ahora mismo,  solo quiero que seas tú quien se monte en el vagón  conmigo   . Eres tú mi estación.

14 de febrero

Voy a contar empezando por el final todos tus lunares, marcando con un beso cuales son mis favoritos. Te voy a dibujar sobre tu espalda cada uno de los lugares en los que quiero quedarme a vivir contigo. Te voy a querer hasta convencerte de que San Valentín es todos los días. Te voy a hacer cosquillas hasta que te quedes dormida. Te voy a ofrecer mi mano, así podemos disfrutar juntos el calor que tiene mayo. Te voy a abrazar para que sepas que estás en casa. Te voy a ser sincero, porque sé que así es muy fácil sumar. Y si todo fluye, sólo es cuestión de multiplicar. Te voy a dejar salir de aquí el día que no estés segura y te quieras ir. Nada me gustaría más que verte feliz. Voy a leerte todo lo que dice mi cuerpo. Te voy a esperar como si fueras Navidad. Te voy a enseñar que tengo tu nombre tatuado en mi pecho ya desde hace tiempo. Te voy a mirar como nunca lo ha hecho nadie. Te voy a escribir como nunca le he escrito a nadie. Te voy a dar tiempo. Te voy a entender, e...

Mariposas

Quiero enseñarte cada uno de los rincones que hay en mi cabeza. Ahora tú vives en ella. Un cofre cerrado bajo llave, por el que a diario mucha gente pasa y en el fondo muy pocas personas entran. Un tesoro, mi escondite perfecto, un lugar secreto donde guardo mis defectos. Quiero enseñarte a hablar sin romper el silencio. Demostrarte que eres capaz de saltar sobre una alfombra de cristal, tirarte en paracaídas sin anilla de seguridad o cruzar el mar sin respirar. Quiero enseñarte lo que realmente significa eso de ver la vida desde otra perspectiva. Quiero enseñarte que las dudas, se espantan con una sonrisa. Que tus miedos, todos, en mi espalda me los echo encima. Quiero enseñarte a escalar, en esta vida que es tan puta y cuesta arriba. Quiero enseñarte a mirar mucho más allá, porque las cosas importantes casi siempre están detrás. Igual que las cosquillas, muchas veces basta con rozar. Quiero enseñarte lo increíble que es volar sin salir de casa, demostrarte que se pue...

Cuídame

Cuídame bien, no dejes nunca que me pierda. No permitas que un día me vaya en busca del calor que contigo no he encontrado. Quiero que me dejes dudar, tengo mi derecho, igual que tienes tú el tuyo. Pero no dejes que me lo piense dos veces, porque puede que elija el fallo. No dejes que me vaya. Cuídame mucho, pero deja que me equivoque y dame luego la posibilidad de arreglarlo. No dejes que me aleje de ti, no dejes que esto salga mal, por favor, no quiero que llegue el momento de tener que recoger mis cosas e irme de aquí. Y si fuera así, tampoco te olvides de mí. Cuídame. Quiero que estés conmigo, que me tengas a mí. Que presumas de nosotros, de lo que somos y de lo que hemos conseguido. Y antes de dejarme ir, recuerda lo que hemos sido. Cuídame, juegatela, apuesta por todo, que te va a salir bien. Estoy seguro. Cuídame de verdad, porque yo ya no sé ser de otra manera. No dejes nunca de necesitarme. No te permitas el lujo de pedirme otra oportunidad, no quiero que eso ...

A mi medida

Todas las cosas que soy, tú y yo las compartimos. Y todas las que a mi me faltan las tienes tú. Sencilla combinación de cualidades especiales que se complementan de forma fácil. Tan fácil. Un engranaje perfecto que a cada paso que damos va encajando cada vez un poquito mejor. Una historia imperfecta con un sinfín de errores y complicaciones. Una película cuyo único guión escrito no es otro que improvisar. Una canción sin final de Andrés Suarez o un texto eterno de Miguel Gane. Y no me canso, quiero seguir arrancando hojas del calendario. Quemando etapas, pasando páginas, leyendo otros capítulos pero todos ellos dentro del mismo libro. No sé donde estará el final pero no quiero encontrarlo. Quiero seguir plasmando en miles de instantáneas lo que forman tu boca con mis labios. Quiero apoyarme en ti, cuidarte y que tú me cuides a mí. Poder ver cada día esa seguridad que desprendes a cada paso que das. Es verdad, las historias con final feliz solo pasan en las películas. Así...