Y no sé, pero puede que sea verdad eso de que hay trenes que solo pasan una vez. Y yo soy muy de quedarme sentado viéndolos pasar uno tras otro. Quién sabe, igual mi tren es aquel que entra en cualquier andén un martes a las 14:35. Vía 4.
No quiero dejar pasar más trenes ni veces en las que no me he atrevido a comerte la boca cuando sonríes en mitad de la calle. Todas aquellas noches en las que me he dormido pensando en lo bien que conjuntan mis camisetas con tus bragas en el sofá de mi casa un domingo por la mañana. Tampoco me he atrevido a decirte lo bonito que me miras por encima de la bufanda cuando tienes frío. Siempre he sabido que eras tú y nunca te lo he dicho.
Dicen que hay trenes que solo pasan una vez, que no esperan, que no te dan el tiempo suficiente para pensártelo dos veces. Y yo ahora mismo, solo quiero que seas tú quien se monte en el vagón conmigo .
Comentarios
Publicar un comentario