Cambió de amigas, varias veces, incluso cuando no era culpa suya. Demasiados líos y problemas que al final la acababan afectando a ella. Hasta que por fin encontró un grupo en el que poder ser ella misma. Sus niñas, decía siempre que las mencionaba. Se notaba que las quería mucho, sobre todo en la sonrisa de oreja a oreja que se le dibujaba incoscientemente en la cara cuando hablaba de ellas.
Y en cuanto al amor, lleva puesto el cinturón de seguridad. No se fía, nunca ha tenido mucha suerte que digamos, pero no es algo que le preocupe demasiado. Así que por ahora prefiere esperar. Sabe que de un momento a otro aparecerá alguien que le quite el sueño.
Que le haga soltar el freno de mano.
Y ya no habrá vuelta atrás.
Comentarios
Publicar un comentario