A mi nunca me ha gustado catalogar o definir las cosas por tiempo transcurrido en un calendario, sino que siempre he preferido hacerlo por frecuencia e intensidad. Aunque todavía no ha pasado mucho tiempo, tengo claro que es aquí donde quiero estar, pero de verdad.
Y es que tras muchos capítulos de relaciones abocadas al fracaso, tras empeñarme en querer encontrar a alguien con quien poder tener algo. Me cansé.
No he querido nunca que fuera la persona perfecta vaya, sino en definitiva, la chica adecuada.
Recuerdo que en la televisión escuché una vez a alguien decir que por mucho que nos empeñásemos en buscar la felicidad, era ella quien tenía que encontrarnos a nosotros. Y así ha sido, hace menos de un mes, la felicidad me encontró a mi contigo un día tonto en un café. La moneda, ésta vez, ha caído del lado bueno y el papel se ha comido a la piedra.
-Nunca viene mal un poquito de suerte.- Me dices continuamente. Y yo cada vez más convencido.
Aunque de momento ésto solo es el principio, siento y sé que esa chica adecuada de la que tantas veces he hablado, eres tú.
Y ahora no me canso de repetir que a este paso,
vas a conseguir lo que nunca nadie.
Y qué bien.
Comentarios
Publicar un comentario