Quisiera poder seguir tus pasos, ser capaz de aguantarte el ritmo. Valer para esto.
Me conformo incluso con ir detrás.
Aunque eso no siempre indique avanzar.
Un constante subir y bajar.
Conseguir entenderte cuando ni siquiera tú misma lo haces.
Ojalá.
Que hoy todo está bien y es paz, pero mañana me declaras sin tregua una guerra. Que de primeras tenemos ganada.
Quieres verme, pero te vuelves a enfadar. Me echas todo en cara y te vas.
Ayer me pides que me quede a vivir en tu espalda, que no me vaya.
Pero luego no llamas ni me hablas.
Al día siguiente empiezas no queriendo saber de mi nada, para después no dejarme salir de la cama.
Lo mismo quieres que te abrace, como me echas a patadas de tu casa.
Comentarios
Publicar un comentario