Hace un par de meses que ya no estamos juntos.
Pero me da igual, para mí eso no cambia nada.
No me importa, te sigo queriendo igual.
Te necesito tanto como antes, incluso ahora es peor, te echo de menos.
Te fuiste de mi vida sin avisar, y al contrario que cuando llegaste;
por la puerta de atrás y dando un portazo al salir.
Portazo con el que desaparecieron todas las cosas que un día soñé hacer contigo.
¿Cuándo se fue mi vida a la mierda? Pienso, pues ahí.
En ese momento se apago todo.
Y aquí estoy está noche, en la puerta de tu casa, sentado en la escalera.
Pero me voy a ir,
me falta valor para llamarte.
Me siento ridículo,
ni siquiera sé muy bien que hago aquí.
Supongo que estoy intentando salir de ese agujero
en el que llevo metido ya desde hace tiempo.
En el mismo lugar en el que he estado siempre,
desde el principio,
no me he movido ni un solo milímetro.
Todavía no lo he conseguido,
y siendo sincero,
nunca me he planteado hacerlo.
Tal vez no debería decir esto
pero
te quiero.
Comentarios
Publicar un comentario