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La película de mi vida

¿Cómo se olvida uno de su peli favorita? El tiempo pasa, las cosas cambian. Los besos de hace años ya se han alejado, los portales han cerrado y las bufandas y esos labios son recuerdos de un pasado que he olvidado.  Ahora nos hemos vuelto a encontrar, ya ves. Nunca me he acostumbrado, creo que he hecho bien, te hice caso.  Ahora, que la cama está vacía, que tengo que coger aire para no reventar, que las velas se han gastado y que he olvidado cuál era mi película favorita, por fin, parece que lo entiendo todo.  Hoy, es un miércoles cualquiera, que más da. Otro más. Tenemos que hablar, pero no me contestas ¿por qué no me dices todo eso que has pensado sobre nosotros?  ¿Te acuerdas de estas calles viejas? Era aquí donde solíamos correr agarrados de la mano. Esta es la ciudad que nos vio besarnos.  Y que me vas a decir, pues que te alegras mucho de verme y que sea feliz.  Sé que mañana no me vas a escribir.
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Una noche más, no te pido nada

He vuelto a saber de ti, he vuelto a soñar contigo. Me he despertado asustado, con el corazón acelerado a mil por hora. Otra vez, toca empezar la casa por el tejado. Ha pasado mucho tiempo, pero aún te llevo clavado dentro. En noches como ésta, pensarte todavía duele. Deberíamos hablar, sigo sin entender nada. Me hiciste demasiado daño. Recuerdo aquel invierno, un frío enero con todas sus noches rodeados de besos. Aquellas noches en las que éramos dos, no muy felices, pero al menos, siempre éramos de esos. Si te hubieras arreglado, si te hubieras esperado, ahora estarías conmigo. Ahora estaríamos juntos. No sé porqué te fuiste, no era tan complicado. Solo tenías que dejarte llevar. Te lo juro, yo ya me había acostumbrado. Pero las prisas y los miedos, nos han dejado tocados. Ahora, que me llamas por mi nombre, no sé porqué pero me suena raro. No sé si decirte algo, hablar sin decir nada o quedarme callado. No sé si aún te quiero. Después de tanto, a éstas al...

Hace un año

Empezamos el año pisando juntos la nieve, pasando frío abrazados y haciendo una foto para la posteridad tras varias copas de más. Después seguimos mojados aguantando sobre el barro cada una de las embestidas, que dejan entre los charcos, los restos de cualquier temporal. Bajo un paraguas de llanto y un cristal empañado fuimos jugando a hacernos los fuertes buscando un descanso. No teníamos ni idea. Fuimos andando sobre los pasos que un día, nos habían enseñado a seguir peleando. Tocamos juntos la arena, también juntos el mar. Aquel día comprendimos que habíamos ganado. Dormíamos a los pies de un acantilado y las cervezas caían en el balcón justo a la hora a la que se acostaba el sol. Cantábamos, jugábamos, reíamos, llorábamos. Estábamos dónde queríamos estar, solo nos preocupaba seguir respirando. Sinceramente, no éramos conscientes de lo que estábamos creando. Hemos alcanzado cada una de las metas que nos habíamos marcado. Y ahora solo tengo clara una cosa,...

Dos velas y un corazón

Todo estaba oscuro, solamente un corazón y dos velas encima de la mesa iluminaban la habitación. Entonces la vi entrar por esa puerta, llevaba puesto aquel espectacular conjunto negro que sin querer o no, hizo que de repente, todo brillará y se llenará de luz. Por fin todo tenía sentido. Estaba increíble, realmente increíble. La ocasión lo merecía, era una noche especial. Era nuestra noche. Un rosa roja impaciente con gusto la esperaba. El nudo de la corbata, recuerdo, me apretaba, pero ella era la única que conseguía dejarme sin respiración. Se acercó hacía mí sonriendo, haciendo que aquel pasillo fuera eterno, como el que ha encontrado un lugar, más bien persona, a quien poder llamar hogar. Sus ojos hablaban sin decir nada, mientras su mano rozaba intencionadamente el lateral de mi cuerpo deslizándose sin prisa hacia el centro de mi espalda, de su boca se escapó un "te quiero" . Consiguió que nuestros labios bailaran juntos aquella canción y cuando ésta acabó, ...

Difícil de llevar

Dice que soy difícil de llevar, pero me lleva mejor que nadie. Consigue solamente con mirarme que mi opinión cambie. Que pierda mi juicio y mi razón. Que me tiemblen las piernas. Que se rompan todos los esquemas y gane todas mis apuestas. Saca de mí, mi mejor parte. Y a la hora de querer, es impresionante. Es un ciclón, un terremoto, una lluvia que no cesa. Una tormenta tropical de ida y vuelta. Un viaje a la Luna sin botón de emergencia. Un rompeolas, una curva a doscientos cincuenta. Un libro sin final, la lluvia en el desierto. Un abrazo lento o un gol en el descuento. Una sonrisilla tonta imaginando un beso. El arcoiris en invierno o despertarse y acordarse de un sueño. Es conseguir ser feliz y no quedarse en el intento. Posicionar la ilusión a un nivel avanzado. Es la llama que enciende todo lo apagado. Es un "te quiero" inesperado.  Es un giro constante de 360 grados.

El agua que se fue siendo vida

El agua, que entró en nuestras vidas como tú llegaste a la mía. Apareció despacio sin prisa mojando y arrasando con todo a su paso. Irrumpió con fuerza sin mirar si había sitio, sin ni siquiera preguntar, como la vuelta a casa de una ola hacia el mar. Llegó sonriendo ésta vez rápido, el día que desde el cielo decidió regresar al suelo. Luego se fue triste, sin dar las gracias sin despedirse. El agua, que entró en nuestras vidas siendo agua se marchó, sin decir nada siendo vida.

Temporal

Si a ti esta situación te supera y no sabes que coño hacer piensa que a mí, toda esta putamierda  hace tiempo que ya me ha reventado. Y estoy improvisando. Nos (te) echo de menos. ¿Qué nos ha pasado? Ojalá lo supiera. Ojalá tuviera la respuesta y encontrase la manera de arreglar este algo tan nuestro que hoy parece que es de otros. Este algo tan nuestro que hoy parece que está roto. Pero no, no lo está. Sólo es una etapa más del calendario. Pretendo volver a encender otra vez de nuevo aquel fuego, con el que conseguir borrar este invierno que se ha convertido en infierno, sobre un mar congelado. Soy el reflejo de un barco varado en la arena sin capitán, mientrás tú te empeñas en buscar una salida de emergencia por la que escapar al tejado. Incapaz de contar la triste y breve historia de la última lágrima que cae al suelo justo antes de llegar al pecado. Quiero seguir escribiendo  pedacitos de ti en mi cuaderno.