Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2016

Gracias al miedo

Ellos no eran nada. Eso decían cuando hablaban sobre su relación con los demás. Pasaban tiempo juntos, hablaban a todas horas, se contaban su vida como quién dice. Se divertían. Se echaban de menos los días que estaban solos y siempre tenían ganas de verse. De sonreír, aunque sea un rato. Estaban locos el uno por el otro. Pero les daba miedo asumirlo, por lo que pudiera pasar después, quizás miedo a un posible cambio. No se atrevían a admitir que no podían estar separados, no sabían. Cuando estaban lejos todo funcionaba peor, pero cerca, las piezas encajaban perfectamente. Se complementaban increíblemente bien. Y ya ninguno de los dos quería besos de otra boca. Cervezas, cenas, más cervezas, todo iba hacia adelante. Vivían soñando con que un día al despertar uno de los dos hubiera dado el paso y llegará ese momento en el que se sentaran a hablar delante de un café de lo que eran, de lo que querían y sentían. De toda la verdad que se ocultaba día trás día detrás de sus pantallas...

Por última vez

Empiezo dándote las gracias y ya de paso te pido perdón. Perdón por como te he tratado, por todas las veces que no he estado a la altura y por aquellas en las que ni siquiera he estado. Lo siento, lo siento por todas esas noches en las que por mi culpa has llorado, las tardes que te he dejado sola y los días que por miedo nunca aparecía. Es verdad, tienes razón, pero esta vez, por suerte no he sido yo. Has sido tú la que has decidido irte para días después querer volver, queriendo un perdón, un quédate. Una nueva oportunidad, otra más. Exigiendo que todo vuelva a ser como antes, pidiéndome que pase página rápido pero contigo, esperando que yo no me haya movido del sitio en el que la última vez me dejaste. Ojalá. Lo primero y antes de nada, reconoce que te has equivocado. Que has sido tú la que me has fallado, que las cosas han cambiado y que puede que ya nada vuelva a ser igual. Asume que los errores se pagan, que el daño ya está hecho y entiende que puede que yo ya no esté...

Todo está vacío

Y todos los días es igual. Todos los días llegando hasta el final y dándome en la frente siempre. Otro fracaso. Creyendo que esa puerta ésta vez sí que puede estar abierta, pero no. Otro día más sigue cerrada. Y yo no encuentro la llave. Ni siquiera sé realmente si la estoy buscando. Igual este no es mi sitio. Estoy demasiado cansado de seguir siempre. Cada vez más acostumbrado a tocar fondo, a vivir en él. Nadie viene y todos se van. Todo está vacío. Me he vuelto a equivocar. Necesito parar, recargar fuerzas, ganar ilusión y salir de aquí. Volver a luchar, aceptar las cosas. Irme lejos, dejar de contar con los dedos. Saber quién sí.  Elegir otra vez. Andar solo y aprender a mirar, a querer. A quererte bien. Recuperar seguridad, empezar a creer. Sobre todo en mí mismo. Parar de llorar. Levantar la cabeza. Crecer. Dejar el miedo a un lado, si es posible atrás. Seguir. Olvidar. Sonreír.  Confiar . Perdonar. Renunciar a esperar. Saber que voy a estar solo, q...