Cuídame bien, no dejes nunca que me pierda. No permitas que un día me vaya en busca del calor que contigo no he encontrado. Quiero que me dejes dudar, tengo mi derecho, igual que tienes tú el tuyo. Pero no dejes que me lo piense dos veces, porque puede que elija el fallo. No dejes que me vaya. Cuídame mucho, pero deja que me equivoque y dame luego la posibilidad de arreglarlo. No dejes que me aleje de ti, no dejes que esto salga mal, por favor, no quiero que llegue el momento de tener que recoger mis cosas e irme de aquí. Y si fuera así, tampoco te olvides de mí. Cuídame. Quiero que estés conmigo, que me tengas a mí. Que presumas de nosotros, de lo que somos y de lo que hemos conseguido. Y antes de dejarme ir, recuerda lo que hemos sido. Cuídame, juegatela, apuesta por todo, que te va a salir bien. Estoy seguro. Cuídame de verdad, porque yo ya no sé ser de otra manera. No dejes nunca de necesitarme. No te permitas el lujo de pedirme otra oportunidad, no quiero que eso ...
Y si hablamos de tiempo, yo tengo todo el tiempo del mundo para compartirlo contigo.